Don Galindo y el Tornado

En primer lugar hace falta una idea, yo tuve una: un personaje con bigote, fuera de lo común, que consiguiera que el lector disfrutase conociéndolo por su singularidad: Don Galindo. A partir de ahí se me ocurrió que podría ocurrirle algo que para nosotros fuera una catástrofe pero para él no, un cambio de punto de vista, para eso elegí un tornado.
Así creé este personaje, con una historia bastante rocambolesca que le hacía cambiar de lugar y ver las cosas de otro modo cuando el tornado le atrapaba. Cómo ocurre muchas veces, un ilustrador tiene un concepto narrativo basado en imágenes y que, cómo en mi caso, no tiene porqué ir unido a un conocimiento narrativo suficiente como para escribir con arte una historia.