Discriminación entre géneros. Un tema que tiene mucha tela para cortar.
Machismo, jerarquía y distribución de tareas en el mundo de la moda.
13 agosto 2019Compartir por email
Un artículo de prensa publicado para celebrar la apertura de las escuelas de costura de Dolce & Gabbana (abajo compartimos una edición) nos sugirió algunas apreciaciones. Incluimos la imagen que ilustra la publicación, porque la consideramos sumamente elocuente.
Proponemos el ejercicio de abordar el artículo con ojos deconstruidos para ver si, como nosotros, encuentran referencias a prototipos atávicos sobre los géneros y sus roles, particularmente en la actividad de la costura y la industria de la moda y a un antiguo pero parece que muy vigente abordaje machista de la autoridad, la jerarquía y el poder.
Para empezar, la fotografía nos muestra muy sonrientes a los diseñadores Domenico Dolce y Stefano Gabbana, creadores de la marca, rodeados de aprendices de costureras, halagadas como las encargadas de poner y mantener el toque artesanal en las creaciones de la compañía: parece ser que las personas que empujan el dedal siguen siendo solamente las mujeres.
¿Comparten esa visión de que se repiten los estereotipos?, ¿de que algo significa esa foto con dos hombres en el centro del poder, dirigiendo y monopolizando la actividad creativa rodeados de un ejército de mujeres costureras, sobre las que se carga el peso de la actividad manual.
También detectamos (y tal vez es una explicación de lo que describimos) que los grandes referentes de la moda han sido solamente hombres para Doménico Dolce y Stefano Gabbana, que omitieron cualquier mención de importantes referentes femeninas, como podrían ser Cocó Chanel, Elsa Schiaparelli, Laura Biagotti
Tiempo atrás, en esta misma sección, en Carretillas y máquinas de coser… tratamos esta cuestión de la asignación arbitraria de roles en el mundo laboral, a partir de la imagen de tapa de una revista de un movimiento social que, precisamente, asignaba a las mujeres al mismo tiempo el poder ¡y la máquina de coser!
El artículo nos hace pensar en otras referencias igualmente prejuiciosas y discriminatorias. Aparece reiteradamente la mención a maestros costureros, que si bien comparten la actividad de la costura con las mujeres de la foto, tienen otro estatus, el de profesores en las escuelas de la empresa. Podrá haber también mujeres cumpliendo esa función (seguramente habrá algunas excepciones que confirmen la regla), pero a juzgar por el lenguaje de la nota, siempre se están refiriendo a maestros costureros hombres.
Pongámoslo de otra manera. Hace un tiempo, publicamos “Los algoritmos: otra forma tecnológica de banalizar el maltrato”, donde dábamos cuenta de cómo los algoritmos “aprenden” “mal”, con sesgo de género, a partir de deducir sus conclusiones de fuentes también sesgadas.
Cómo respondería un algoritmo que “aprende” del texto que abajo compartimos a las preguntas ¿cómo se llama a una mujer que trabaja en la confección de prendas de vestir? y ¿cómo se llama a un hombre que trabaja en la confección de prendas de vestir?. Los invitamos a hacer el ejercicio y a proponerlo como actividad en el aula.
¿No es seguro que contestaría “maestros costureros” y “costureras”, respectivamente? Siendo así, tendríamos el peligro consumado: la reiteración de la discriminación machista por razón de jerarquía.
¿Y cómo respondería el algoritmo a la pregunta sobre si hay mujeres o si pueden ser mujeres las creadoras y referentes de la moda?
Para sumar información de contexto, agregamos otra imagen, en este caso correspondiente a la presentación de la colección 2020 de la marca Valentino, en París. ¿Repite el estereotipo de hombres = jerarquía / dirección y mujeres = staff / mano obra?
Ya que viene al caso, les recordamos la Colección “Yo soy igual”, de la Librería de Mujeres Editoras, dedicada a revisar y criticar el carácter exclusivamente varonil otorgado a ciertas profesiones y actividades. También hablamos del tema en Colectivos machistas, apuntando a la discriminación laboral en el mundo del transporte público; y más relacionado todavía, en Los hombres también… planchan.
A continuación, párrafos del artículo, aparecido originalmente en el diario El País de España. Lo consideramos un recurso movilizante para motivar conversaciones sobre el tema en el aula. Los animamos a compartir con nosotros sus conclusiones. Destacamos las palabras que denotan género y actividad, claves para el ejercicio que compartimos.
Las escuelas de costura de Dolce & Gabbana
Los diseñadores Domenico Dolce y Stefano Gabbana impulsan Botteghe di Mestiere, un proyecto educativo para formar a nuevos modistas y preservar el trabajo artesanal
Domenico Dolce, la mitad del dúo Dolce & Gabbana, ha mamado la sastrería desde que nació. Sus padres eran costureros y observándolos en el taller aprendió a desenvolverse con pericia entre telas, patrones, agujas e hilos. En cambio, su otra mitad profesional, Stefano Gabbana, tuvo que aprender los entresijos del oficio sobre la marcha y no con poco esfuerzo, cuando ya había empezado a trabajar. Por eso ambos saben apreciar el valor incalculable de una buena formación de base.
También cuentan a menudo que sus referentes, leyendas absolutas del mundo de la moda: Balenciaga, para Domenico y Saint Laurent, para Stefano, trabajaban con el delantal puesto, mano a mano con las costureras. Enseñanza y tradición siempre han sido dos claves en la trayectoria de Dolce & Gabbana.[ …]
Hecho a mano
Domenico Dolce y Stefano Gabbana explican a EL PAÍS […] que han creado el programa educativo sobre los valores en los que siempre han creído, que han caracterizado su trabajo a lo largo de más de tres décadas juntos y que les gustaría transmitir a las nuevas generaciones. “El amor por lo hecho a mano, por el toque del hombre, por la sastrería y por la disciplina que está conectada a ella son para nosotros los ingredientes necesarios para una receta ganadora”, explican[…]
Costureras del taller de Dolce&Gabbana.( lo resaltado en negrita es nuestro)
Creen que la labor artesanal necesita revalorizarse y que no puede perderse. “Lo que nos gustaría es trasladar a los jóvenes la idea de lo bello, de la creación hecha con amor, cuidado y atención por los detalles más pequeños.[…]
Para los estilistas era imprescindible que todo el proceso de formación estuviera en las manos de los trabajadores de la compañía. […], que piden no publicar su nombre por motivos de privacidad, creen que este es uno de los puntos de fuerza del proyecto formativo, junto a “la extrema concreción, a la cercanía a las producciones y departamentos reales y a la formación a tiempo completo de personas cuidadosamente seleccionadas”. La idea original era integrar, de media, a entre cinco y diez estudiantes por curso, pero en estos seis años han terminado por ser 106 en total. En general, el 60% de los aprendices se queda a trabajar en la empresa.
[…]
Otro de los maestros costureros, señala que desde el punto de vista emocional, “la transmisión de los conocimientos técnicos a las nuevas generaciones es siempre un momento apasionante y enriquecedor que lleva al crecimiento de todos como grupo”. Añade que “saber valorar, reconocer los talentos, motivar a un grupo es un papel de responsabilidad” y señala que también es una tarea gratificante que genera resultados a largo plazo, “sobre todo después de algún año, cuando se ve cómo los antiguos becarios se han convertido en sastres profesionales capaces de afrontar prendas complejas, cada vez con mayor autonomía”.
La selección del texto suprimido es nuestra.
Texto completo: “Las escuelas de costura de Dolce & Gabbana”, del diario El País, de España, del 13 de marzo de 2019
https://elpais.com/elpais/2019/03/07/estilo/1551989428_039277.html