El Capitán Croissant. Hacia la Isla de la calavera negra
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El cielo se había vuelto negro y los vientos enloquecidos provocaban olas gigantescas que sacudían a La Petit Baguette como si fuera un barquito de papel. "¡Timón a estribor! ¡Quiero a todos los hombres en cubierta!" – gritaba el capitán Croissant. Por las barbas de Neptuno! ¿Dónde está Astrolabio? Astrolabio era el único que sabía cómo encerrar a esos vientos endemoniados. ¿Pero dónde se había metido?