Federico Navarro, sobre comprensión lectora de los alumnos ingresantes a en la universidad
30 julio 2019Compartir por email
Educación Hoy, ciclo de la Fundación Lúminis que se emite los martes a las 21 horas por Radio Concepto (FM 95.5), dialogó con el profesor asociado de la universidad estatal de O´ Higgins en Chile, Federico Navarro, sobre estrategias de trabajo en la comprensión lectora de los alumnos ingresantes a la universidad. “En la bibliografía especializada tratamos de evitar el concepto de déficit. Por el contrario, ponemos el foco en que la educación superior se ha transformado en un espacio donde ingresa cada vez más gente, sobre todo en Argentina, y los estudiantes de primera generación son mayoría en casi todas las universidades. Lo mismo pasa en otros países de Latinoamérica. En ese sentido, es posible que tengan otros hábitos de lectura. Pero no es necesariamente un déficit, sino un desafío lindo porque mucha más gente se está incluyendo en el derecho a estudiar en la universidad”.
“Leer en la universidad es distinto a leer en otros lugares, con otros ámbitos y propósitos. Se leen otros tipos de textos, para otras cosas. Ahí aparecen una serie de novedades para los lectores universitarios que no están tan acostumbrados, no tienen padres universitarios o no tuvieron la suerte de ir a algunos colegios que son de mejor calidad”, ejemplificó.
En ese sentido, consideró: “La manera en que circulan los textos en la universidad es distinta a otros lados. Los universitarios leen mucho y de manera diversa, pero quizás no en la forma que se lee en la universidad. Un ejemplo concreto, es que en la universidad y la ciencia es muy importante la autoría de las afirmaciones, resultados, datos e hipótesis. Si se me ocurre una idea genial y la escribo, tiene que decir el autor, porque después esa persona va a ser responsable de la afirmación. Ahí hay un fenómeno nuevo para muchos alumnos, que es dar cuenta del lugar de donde saca la información. En cambio en las redes sociales, si una idea es interesante nosotros la reproducimos y quizás no importa mucho la fuente. Hay una construcción colectiva que lo acepta, algo parecido ocurre en Wikipedia”.
Al respecto, aseguró que las estrategias para afrontar ese desafío son variadas y complejas. “Una es de ellas es empalizar, cuando discutimos en clase, con la pregunta de dónde salió ese texto. A veces es la reacción es de sorpresa. Como profe insisto en que esté la referencia correcta. Otra estrategia, sobre todo en ciencias sociales y humanidades, es que nos anclemos en textos cuando enseñamos temas vinculados a la disciplina. Eso también es algo nuevo y muy laborioso. En tercer lugar, también me parece importante poner en marcha lecturas sistemáticas y persistentes en el tiempo, a través de productos interesantes. Por ejemplo, reseñas, blogs especializados donde se pongan las cosas que aprendimos o un canal de Youtube donde hacemos instructivos en función de lo que se enseña”.