Boletín de novedades educativas N°61: Entrevista a la astrónoma Beatriz García. La enseñanza de la ciencia: experiencias innovadoras, interactivas y transdisciplinarias. Crear para enseñar. Hacer para aprender
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En este boletín abordamos la enseñanza de la ciencia a través de experiencias interactivas y transdisciplinarias. Para ello entrevistamos a la doctora en astronomía y comunicadora científica Beatriz García, quien polemiza desde la propuesta formativa del sistema polimodal y las dificultades de adaptación que tuvo a las prácticas de enseñanza tradicionales. Sobre esa problemática presentó el trabajo que realizan a través del curso de formación docente de la Red para la Educación de la Astronomía en la Escuela que se implementa en todo el país coordinado por el CONICET, a través del Programa de Promoción de Vocaciones Científicas (VocAr). El curso tiene formato de taller y por destinatarios a los docentes de todas las asignaturas de nivel secundario y también primario. Allí se abordan temas de matemáticas, química, historia, filosofía, artes plásticas vinculándolos con la astronomía. Durante el curso se trabajan experiencias de enseñanza de la ciencia por medio de la creación y uso de instrumental de medición con materiales como papel, tijera y cartón, como así también se pone en práctica la no dependencia de las Tic, pero sí su uso complementario en la enseñanza científica.
Otros puntos interesantes son el proyecto inclusivo del Planetario para Ciegos y las propuestas de educación y concientización sobre contaminación lumínica en el marco del año internacional de la luz (2015).
– ¿Qué aspectos tomás en cuenta para crear una experiencia formativa y de divulgación científica? Antes de comenzar la entrevista me hablabas de desarrollar una dinámica que tiene que ver con lo lúdico y con la diversión
-Beatriz García: – Tanto “divertido” como “lúdico” yo lo uso en el sentido de que las experiencias de la física son atractivas por ellas mismas. Y allí es donde interviene lo experimental, que genera que la gente que participa luego diga “que divertido que fue esto” o “lo hice casi sin pensarlo, como si estuviera jugando”.
Yo soy docente de escuela secundaria. Accedí a través de una invitación por los nuevos espacios que abría el polimodal. Uno de esos espacios fueron los talleres de astronomía y física moderna (en segundo y tercer año del polimodal) y el espacio curricular de biofísica (en tercero de polimodal). Hoy se plantea que el polimodal fracasó. En mi caso no creo que haya fracasado el polimodal por lo que era en sí mismo o por la ley federal. Particularmente considero que el polimodal fracasó porque los docentes no estuvimos a la altura de lo que proponía. Creo que no estuvimos capacitados para todo lo interesante que tenía la propuesta.
-GL- ¿En qué sentido consideras interesante la propuesta del polimodal?
-BG:- Porque mostraba a las ciencias desde un punto de vista interactivo en espacios interdisciplinarios. No tenías un espacio de física o un espacio de química diferenciados, tenías, por ejemplo, un espacio que se llamaba movimiento y energía. No tenías un espacio de geografía y otro de biología del planeta, había un espacio que se llamaba evolución del planeta y de la vida, en donde las clases las llevaban adelante un par pedagógico conformado por un geógrafo y un biólogo. Había un espacio que se lo denominaba justamente biofísica, en donde el docente mostraba todos los temas de la física aplicados al funcionamiento del cuerpo humano. Es decir, era fantástico, pero tenía muchas resistencias entre los docentes y directivos. Principalmente estaban en contra porque no se sentían suficientemente formados para dictar esos espacios y eso les generaba inseguridad. Es mucho más fácil decir “yo doy física, y doy desde acá hasta acá”.
Cuando se tiene que mostrar una ciencia interrelacionada con otras, y tu clase se vuelve más difícil, la tenés que preparar mucho más. No es exactamente para lo que te formó la escuela del profesorado.
En mi caso me citaron para cubrir espacios que no quisieron cubrir los docentes de la escuela.
Ahora el polimodal desapareció y los espacios que te mencioné desaparecieron. Actualmente solo hay una materia de tres horas semanales llamada física y astronomía con un diseño curricular malo que comprime todos los temas que antes se daban en los talleres de astronomía y de física moderna.
-GL: – ¿Porque te parece un mal diseño?
-BG: – Porque está estructurado a la vieja usanza de la escuela secundaria tradicional. El primer trimestre el eje es electricidad y magnetismo. Entonces los contenidos curriculares son la electricidad y el magnetismo: circuito, voltajes, corrientes, es decir, una cosa descontextualizada del marco del electromagnetismo. Esto se da en el segundo trimestre: la física moderna que abarca átomo, fuerzas en la naturaleza, la física-cuántica, el desarrollo histórico de la física, las ecuaciones de Planck y de Erwin Schrödinger. Recién en el último eje, en el último trimestre, tenés astronomía: desde la astronomía de posición hasta la teoría de origen y evolución del universo. En tres meses les tenés que comentar a los alumnos lo que antes desarrollabas en un año completo. Si vemos el diseño curricular podemos decir que los temas que son importantes, como la física y la astronomía, no los sacaron de la modalidad de ciencias naturales, pero en algunas escuelas no llegan a darlos, dictan electricidad y magnetismo todo el año. Digo temas importantes porque particularmente en Argentina lo son. Estamos necesitando muchos más físicos y astrónomos porque en el país se están trabajando muchos temas de primer nivel y envergadura en esas disciplinas.
-GL:- Habría que ver también el conocimiento que tiene el docente para poder dar, para introducir a los chicos en esos otros conocimientos.
-BG: – Bueno, ahí esta el problema de la capacitación de la que hablábamos.Presentar la ciencia compartimentada, es incorrecto. Las ciencias están interrelacionadas y la verdad es que si un alumno no va a seguir sus estudios en los temas de ciencia más allá de la secundaria es muy necesario que puedan aprenderlos en la escuela de manera interrelacionada, ya que para poder comprender y explicar el mundo natural no alcanza con una sola disciplina.
-GL:- Desde el CONICET están desarrollando una propuesta de formación docente en torno a disciplinas científicas como la Astronomía.
-BG:- Con respecto a eso, nosotros tenemos un curso llamado NASE. NASE es una sigla que viene del ingles: Network for Astronomy School Education, es decir: Red para la Educación de la Astronomía en la Escuela. Es un curso que esta auspiciado por la Unión Astronómica Internacional (En Ingles: International Astronomical Union –IAU-), que abarca todos los temas de la astronomía, principalmente pensando en la didáctica.
El curso se enfoca en cómo enseñar astronomía. Es para docentes de nivel secundario, aunque también hemos hecho adaptaciones para docentes de nivel primario con mucho éxito. Es presencial e intensivo en formato de taller, no es a lo largo de muchos meses, sino de 4 días. Lo hemos dado en muchos países, y ahora en los últimos años los estamos dictando con el auspicio del CONICET acá en Argentina. Lo dimos en Tucumán, en Mendoza dos veces, en Santa Fe se ha dictado en siete u ocho oportunidades; es decir, lo estamos difundiendo y estamos capacitando docentes que a su vez se trasforman en capacitadores, por ese motivo es la mención a la red.
El formato de taller se basa en actividades donde tiene mucha presencia el hacer práctico: recortando, pegando, haciendo modelos, diseñando experimentos a bajo costo. Construimos espectrógrafos, fotómetros, simuladores de movimiento con las cosas que cada uno puede tener en su casa.
En ese marco la astronomía es una excusa para vincular temas y enseñar matemática, química, historia, filosofía, artes plásticas. Hasta se pueden aplicar esos conocimientos en los campamentos de educación física. No se necesita un laboratorio, lo podes hacer en el aula o en el patio, y no necesitas grandes inversiones. Todas las experiencias que nosotros hacemos son sin equipo de laboratorio.
A partir de los cursos, a los docentes se le ocurren muchas cosas, entonces nos mandan nuevas experiencias e ideas que nosotros también subimos al sitio como material complementario. Allí hay muchas propuestas y materiales que los docentes pueden usar y bajar libremente para utilizar en sus clases. Todo el material está accesible en el sitio web de NASE.
El curso del NASE está coordinado por el CONICET a través del Programa de Promoción de Vocaciones Científicas (VocAr). El CONICET está a cargo de la promoción de este curso para todos los países. Por ejemplo: hay grupos de docentes que se capacitaron en la provincia de Santa Fe que han ido a dar el curso a Uruguay, a Paraguay, a Perú.
Con el curso apuntamos a generar nodos locales con docentes que a su vez puedan desplazarse en el territorio. Los agentes educativos al capacitarse se van sumando a la red. Vemos, también que disfrutan de la propuesta porque lo que aprenden se lo transmiten a otros colegas. Esto hace que el curso tenga un alto impacto porque, por ejemplo, cuando se experimenta y se aprende que podes hacer un instrumento de medición preciso con cartón y con tijeras y con cosas de descarte que tenés en tu casa, ahí demostrás que no siempre es solo con grandes recursos o con un precioso laboratorio que se puede enseñar ciencia y hacer experimentación. La experimentación, lo experimental en ciencia se hace con muy poco y por eso también es tan interesante que vengan a estos cursos gente de filosofía y de historia, porque hacemos un paseo por la historia de la ciencia y sobre cómo en el pasado no tenían nada y sin embargo descubrieron cosas espectaculares. Por ese motivo auspiciamos el Proyecto Eratóstenes que aborda la medición de las dimensiones de la tierra, aplicando el mismo método que Eratóstenes uso hace 2500 años. Es un proyecto muy exitoso porque no necesitás nada más que una varilla clavada en el suelo, medir el largo de la sombra de esa varilla y calcular cuáles son las dimensiones del planeta. Con ese experimento aprovechás para contar que es lo que hizo Eratóstenes en Alejandría hace 2500 años, es decir, realmente las ciencias astronómicas son transversales, cortan a toda la historia porque en realidad la ciencia no es más que la manifestación de la cultura ¿no?.
-GL:- Una antropóloga argentina, Paula Sibilia, plantea algo interesante, reflexiona que en cada cultura y en cada época tal vez lo más significativo no son solo los conocimientos que generan sino las preguntas que se hacen, las preguntas que van dejando…
-BG:- Sí, así es, porque las preguntas son los nuevos desafíos, son las nuevas incógnitas y enigmas a resolver. Plantear a la ciencia como una actividad de resolución de enigmas es bastante interesante también, por ejemplo para correrse un poco de la idea de que esos enigmas son cosas mágicas o misterios indescifrables. Es decir, un misterio no requiere del método científico, el misterio se resuelve por medio de un dogma. En cambio un enigma requiere plantear pautas muy claras, y eso los chicos lo conocen bien, porque en realidad ellos lo están aplicando todo el tiempo con la playstation. En cualquier juego tienen que resolver cosas muy concretas por medio de una serie de leyes para poder pasar de nivel. No hay ninguna cosa mágica allí. Entonces, intuitivamente los chicos ya vienen formados en ese camino, lo que hay que hacer es ahondarlo, mostrarles que además de servirle a ellos para pasar de un nivel a otro en un videojuego también les es útil para comprender el mundo. En el método científico también se repiten determinados pasos que se vuelven universales como las leyes que permiten predecir cosas y verificarlas. Esto lleva a mejorar la compresión del mundo que nos rodea. Los chicos aplican instancias del método científico sin saberlo y ahí es donde las ciencias en la educación quizás deberían replantearse aprovechar también el conocimiento con el que vienen los chicos. Tienen conocimientos y tienen muchos preconceptos que están equivocados, entonces, uno tiene que aprovechar el conocimiento que traen y tratar de destruir esos falsos conceptos para construir los verdaderos.
-GL:- Lo que planteás es tomar los consumos culturales de los chicos para observar la lógica de construcción que tienen y con la que ellos se manejan al interactuar con esos productos culturales, en este caso los videojuegos, para luego ver sus correlaciones con los procesos de pensamiento que propone el método científico.
-BG:- Sí. Ellos aplican la lógica, todo el tiempo, pero después cuando se encuentran en el espacio de filosofía y el profesor les habla de los silogismos, los alumnos dicen “Ah, pero de esto no entiendo nada”. Los chicos aplican la lógica casi todo el tiempo, sobre todo para los videojuegos que son muy lógicos. Ellos, a su manera, lo saben, porque cuando cometen una serie de errores no pasan de nivel.
La estructura mental de los chicos de hoy es mucho más lógica que la estructura mental de los de hace 30 años porque en esa época el mundo no estaba diseñando en la manera en que lo está actualmente, a través de la disponibilidad de la tecnología. La tecnología, como por ejemplo las netbooks que se usan en la escuela no son más que aplicaciones matemáticas. En ese punto es donde los docentes estamos fallando, estamos fallando porque algunos docentes prefieren volver a la escuela tradicional y encontrás colegas que les dicen a los alumnos que no lleven las netbooks a la clase. Entonces pregunto: ¿por qué y para qué las estamos distribuyendo? Las estamos distribuyendo para:
- Capturar la atención del chico que tiene una formación, aunque sea intuitiva, en el uso de la computadora.
- Mostrar nuevas maneras de aprendizaje basadas en tecnologías que son producto de la ciencia, porque sin ciencia no hay tecnología.
Al no utilizar las netbooks estamos perdiendo un potencial enorme por la falta de capacitación o por la inseguridad que muchos docentes tienen en el uso de las nuevas tecnologías.
-GL:- Mencionabas que los alumnos tienen preconcepciones que a través del pensamiento científico hay que desmontar ¿Que preconceptos encontrás en los alumnos en relación a la ciencia?
-BG:- Por ejemplo: Las microondas producen alteraciones celulares y pueden producir cáncer o son ionizantes. En los cursos los docentes nos preguntan si es cierto que los teléfonos celulares son peligrosos. Entonces, tenés que analizar las microondas como una forma de radiación electromagnética de baja energía. Cuáles son ionizantes y cuáles no. Por qué y cuáles radiaciones pueden alterar a las células. De qué se compone esa forma de energía electromagnética. Qué hay en esa longitud de ondas.
Yo he visto docentes de mi propia escuela presentar trabajos en ferias de ciencias donde la hipótesis era que las microondas son peligrosas, por lo que forzaban todo el desarrollo del trabajo para que la conclusión fuera “son peligrosas”.
En los cursos, frente a esos planteos, realizamos todas las demostraciones científicas necesarias para disolver esas preconcepciones.
Hay docentes que lo aceptan, y hay gente que te mira dudando de lo que vos le estás diciendo, inclusive aunque les pongas como demostraciones un montón de trabajos de investigación científica en ese sentido.
En los cursos del NASE no usamos tecnología. Todos los talleres están basados casi completamente en generar experiencias sin computadoras. Por ejemplo en uno de los talleres de ese curso le proponemos a los docentes cómo tienen organizar una salida de observación astronómica nocturna. Previamente ya vieron cómo confeccionar mapas celestes, ya que primero les hacemos ver los modelos a mano, les mostramos de qué se trata, y luego vemos por qué el cielo cambia a lo largo del año y cómo lo hace. Después de ese proceso presentamos un software que se llama Stellarium que está instalado en todas las netbooks de Conectar Igualdad. Con ese software se pueden generar mapas celestes para cualquier lugar de la tierra, en cualquier momento del año, pudiendo incluso establecer la hora. Si el horario es diurno no se ven las estrellas, pero podes trabajar con el Sol.
Un dato: casi el 100% de los docentes que hacen el curso, ni siquiera saben que ese programa esta instalado en la computadora. Es decir, no revisan qué software tienen disponible en la netbook para trabajar con los alumnos.
-GL:- Ustedes enseñan también el uso de ese software y lo relacionan con experiencias que no hacen uso de tecnologías digitales.
-BG:- Así es. Primero les mostramos cómo y por qué sucede el fenómeno y después usamos el software que simplifica el trabajo. El software está diseñado en base a lo que nosotros les enseñamos a los docentes sin usar la netbook.
Nos sorprende que casi ningún profesor mire qué programa está instalado en la netbook y que nadie nos diga “ah, yo los vi pero no sabía para que servía. Nada de eso, ni siquiera saben que los tienen instalados.
-GL:- Pareciera que ese es un problema con varias dimensiones. Una de ellas puede ser que hay tanta información y tantos recursos disponibles en las netbooks y en diferentes sitios web educativos que a muchos docentes los abruma y les produce cierta inmovilidad ante tanta información nueva, porque a su vez no son solo recursos en sí mismos, sino que son medios para desarrollar otras formas de enseñar.
-BG:- Sí, es cierto. También está la actitud “a mí me piden hasta acá, y yo cumplo con el programa y la planificación” Este tipo de argumentos también los escuchás: “Porque me voy a esforzar más si a mí me piden hasta acá”
El asunto es que uno también podría disfrutar un poco más de sus propias clases. Es decir, un docente puede dictar la materia prácticamente siempre igual porque los contenidos fácticos y mínimos son en general los mismos. Pero a mí me preocupa más el alumno, lograr que esté capturado por la clase, que esté atento porque le interesa lo que estás proponiendo y que pueda reconocer que lo que está haciendo es útil para la vida cotidiana, más allá de la disciplina.
Yo creo que algunos docentes muchas veces han perdido ese interés por la clase que dan y entonces la dictan de manera repetitiva, estándar, sin mucha variante, haciendo lo que le piden. Eso genera una especie de estado general de inacción, tanto en el docente que dicta la clase de manera repetitiva, como en el alumno que se aburre en esa clase. Este tipo de cosas son difíciles de revertir.
También es comprensible que un docente que tiene 200 alumnos, y tiene que movilizarse de un lugar a otro, ver las carpetas y corregir 200 pruebas se sienta abrumado y haga lo que puede. Son muchas cosas sobre las que actuar, y por eso también en este curso, en NASE, mostramos que no necesitan mucho más tiempo para introducir una pequeña innovación en la clase. Mostramos que no necesitan tiempo, que no necesitan plata, que no necesitan laboratorio. Eso es parte de esa capacitación, además de los contenidos.
Muchos docentes que pasaron los NASE después nos escriben diciendo “Hice esto con los alumnos y salieron contentísimos”. Hay propuestas y experiencias que son realmente atractivas, y las podes hacer en el mismo espacio del aula. En vez de repetir logaritmos y hacer cientos de ejercicios de proporciones, o reglas de tres en la escuela primaria se pueden aplicar esos conocimientos a un evento natural que puedas explicar con esa matemática. Eso produce que el chico al entender lo que está haciendo le encuentre un sentido, porque puede comprender y explicar un fenómeno natural. Esa situación genera que la actitud cambie completamente.
-GL:- ¿Podés dar algún ejemplo de ese tipo de experiencias?
-BG:- Nosotros utilizamos logaritmos para lo que tiene que ver con la percepción, la percepción de señales que se propagan en el espacio con movimientos ondulatorios, como por ejemplo el sonido y la energía electromagnética. Lo que detecta el ojo de la energía electromagnética es la luz.
La percepción del cuerpo humano y del cerebro frente a esos fenómenos es logarítmica, no es lineal y no es geométrica. Los alumnos trabajan con logaritmos en matemática, de manera repetitiva, pero cuando están en física los aplican en el sonido y por eso se habla de decibeles. El profesor de física tendría que hacerles ver a los alumnos que al trabajar con el sonido están utilizando logaritmos que vieron en matemáticas, porque en general lo ven en el mismo año. Esto lleva a se entienda a los logaritmos como una aplicación directa, como una herramienta de las matemáticas.
Otro ejemplo: la energía electromagnética se propaga a una velocidad constante que es la velocidad de la luz, pero la gente en general cree que es solo la luz visible, cuando en realidad cualquier cosa se propaga dentro de la energía electromagnética si está a la misma velocidad: rayos X, rayos gama, microondas, infrarrojo, ondas de radio. Entonces, nosotros hacemos una experiencia generando ondas de radio, que no son sonidos sino que son energía electromagnética. Lo hacemos con dos pilas y un cable. No están visibles, de manera que el ojo no las ve. Se necesita un detector adecuado. El detector adecuado es la radio, el receptor de radio. Entonces generamos la onda, con una radio cualquiera la detectamos. La radio te da una frecuencia de donde estás detectando esta señal electromagnética que vos generás. La velocidad de propagación es el producto entre la longitud de onda de la onda que generaste y la frecuencia; la velocidad de la luz es una constante, la frecuencia te la da tu detector, la radio. Podemos calcular qué longitud de ondas se generó sin ver la señal. Es decir, podemos hacer un despeje en una ecuación con una incógnita que es la longitud de onda, generando la señal, sabiendo con que medirla, midiéndola con ese detector, y entonces despejando la incógnita.
-GL: – Suele ser más estimulante realizar una experiencia y conceptualizar los diferentes conocimientos que se están aplicando de una manera práctica, a través de una reflexión posterior o durante el mismo hacer. Esa experiencia de aprendizaje tiene una relación mucho más directa con la vida cotidiana.
-BG: – Seguramente, ninguno de los alumnos de la escuela secundaria se va a acordar de todas las ecuaciones que representan leyes físico-matemáticas y que utilizamos para reproducir el funcionamiento del mundo natural, pero la mayoría de ellos, pasados incluso algunos años, suelen recordar este tipo de experiencias.
A lo que apuntamos es a que la gente reflexione frente al fenómeno natural. Después las ecuaciones, las constantes, todo eso, esta en la wiki. Cuando uno cursa las materias en la universidad y le toman examen, lo más probable es que al pie del examen estén desordenadas todas las ecuaciones que van a tener que utilizarse para resolverlo. Nadie te pide que te las aprendas de memoria. Lo que si se necesita es saber cuándo y en qué momento usarlas.
-GL: – Ahí está el conocimiento.
-BG:- Es lógico. Si tenés un montón de ecuaciones da lo mismo que no recuerdes de memoria porque se necesita tener en claro el fenómeno natural, para después poder ver que lo que está relacionado son una serie de variables, con la que deducir cómo resolver esta situación. Pero en la escuela te plantean lo que llaman situaciones problemáticas y que en realidad no lo son; lo que te dan es un ejercicio: tengo esta incógnita, tengo este dato y aplico esta ecuación. ¿Donde esta el análisis del fenómeno natural? En ninguna parte.
-GL: – El físico Alberto Rojo decía que una clave que el encontraba en la enseñanza es poder trasmitir una pasión por lo que uno hace, y que eso tiene que ver también con desarrollar una experiencia involucrando a los alumnos. A su vez, retomando un poco la neurociencia que parece estar tan de moda en educación, Facundo Manes planteaba en una conferencia que tenemos diferentes tipos de memorias. Una de ellas es la memoria emotiva en la que quedan registradas las experiencias ligadas a una emoción, emoción que a su vez puede surgir desde la percepción de lo que sucede en esa situación de la que formo parte activa.
– BG: – Estoy totalmente de acuerdo. Es así, uno construye a la memoria.
-GL: – Es lo que te queda cuando fuiste parte de una experiencia que te permite ver un aspecto de tu vida cotidiana desde un nuevo lugar a través del aprendizaje.
-BG: – Por ese motivo me encanta Tecnópolis y su propuesta del museo interactivo. Es cierto que después hay que ahondar en lo que uno muestra. No alcanza con experimentar, meter la mano y ver algo que pasa. Pero a su vez, ese tipo de experiencias interactivas con el mundo natural te hacen perder el miedo, porque el tema del miedo va de la mano con el desconocimiento. Perder el miedo frente a los fenómenos y meter mano en los experimentos, para mí es fundamental.
-GL: Con un equipo desarrollaste un proyecto de Planetario para Ciegos. En ese proyecto supongo que algún miedo deben haber trasvasado; tanto ustedes pensando esta propuesta como los chicos no videntes ingresando a esta forma de acercarse a percibir lo que otros pueden ver. ¿Cómo fue esa experiencia?
– BG: – Fue una cosa que nació hace bastantes años, sabiendo que la astronomía es una disciplina netamente visual. Un problema a pensar allí fue el tema de la aproximación a la astronomía. Si a vos te describen algo, te podes hacer una idea, pero todas las ideas que en este caso se pueden pensar están relacionadas a través de la interacción con el mundo natural. Es decir, uno se puede hacer una idea, a través de una analogía, de algo que vio o percibió a través de cualquier sentido, así como se puede tener un recuerdo a través de los olores, de los sonidos, de los gustos, etc. La única manera que tiene el cerebro de conectarse con el mundo natural es a través de los sentidos, que son los terminales. Tal como se estudia en biofísica, el cerebro es la base de funcionamiento del cuerpo humano, y uno tiene terminales que le permiten contactarse con el medio ambiente. Si a uno le falta alguna de esas terminales las reemplaza por otras. Eso es lo que hacen los ciegos, o los sordos o los discapacitados motores.
La idea – problema que se planteó para ese proyecto fue: cómo hacemos para que este mundo que no ven a través de los ojos lo puedan percibir. Empezamos con los ciegos, pero fuimos ampliando el proyecto a formas de discapacidad. Estaba claro que tiene que ser a través del tacto, del sonido, del olfato, del gusto. Bueno, el gusto todavía no lo introdujimos, pero si introdujimos los otros sentidos. A partir de ahí nos conectamos con especialistas, con gente que sabía de discapacidad, que era docente de estas poblaciones y armamos algo sencillo, muy elemental, que fue un libro. El problema del libro es que uno lee siempre con la cabeza hacia abajo, ese era mi gran problema, En el libro podes poner relieve, podes hacer un modelo 3D que se toque, como los modelos que hicimos de la superficie de Marte: un modelo 3D en relieve donde los ciegos recorren la superficie de Marte por medio del tacto. Ahí no tengo conflicto porque para ver una superficie sí tenés que mirar para abajo, al igual que para leer un mapa de la tierra. Ahora, para leer un mapa del cielo tenés que ponerlo sobre tu cabeza. Ahí es donde para mí había un conflicto entre las representaciones tradicionales para ciegos donde siempre el material lo ponen sobre las piernas o sobre las mesas y leen con las manos, pero con la cabeza hacia abajo. Las esferas que les presentan para ese tipo de planetarios equivalen a mirar el cielo desde afuera, nadie ve el cielo desde afuera, todos estamos metidos adentro de una abstracción que llamamos esfera celeste. A partir de ahí dijimos bueno, en vez de ver la esfera desde afuera nos metemos dentro y hacemos un cielo que se toque desde adentro, igual que un planetario común que te obliga a mirar para arriba. Es decir, el planetario para los videntes no es mirar la esfera desde afuera, es inversivo, estas dentro de la esfera. Entonces nos propusimos aplicar la misma idea para los ciegos: que el relieve estuviese, pero adentro de la esfera. Para hacerlo sumamos los esfuerzos de todo un grupo interdisciplinario integrado por ingenieros, técnicos, diseñadores y astrónomos.
Así nace el planetario para ciegos en donde las estrellas están en relieve en una semiesfera por encima de nuestras cabezas. Los que vemos también podemos apreciar los diferentes colores de las estrellas que son LED en colores.
El único problema de un planetario con estas características es que el cielo no se mueve reflejando la rotación de la tierra, el cielo es estático.
Dado que es una experiencia inmersiva, nos metemos adentro de algo que es el cielo, donde está representado el horizonte. Allí la gente se sienta en el piso y para apelar a los otros sentidos introdujimos los efectos de aromas, de perfumes, entonces vos sentís el perfume del pasto y de las flores silvestres y escuchas el sonido de los grillos y de las ranas como si estuvieras en la llanura de un campo. Tanto los que pueden ver como los que no pueden tocar el cielo con las manos y sentir la textura que tiene ese cielo. Los que no ven solo tienen la imposibilidad para ver el color de las estrellas, pero todo lo demás lo pueden experimentar.
-GL:- ¿También la temperatura de cada estrella, en cuanto a la intensidad lumínica?
-BG:- No, lamentablemente no. La temperatura de las estrellas sigue sin estar resuelta porque eso implica un trabajo bastante grande. Mucha gente nos pidió que hiciéramos eso para que la estrella roja estuviera más fría que la estrella azul. Eso nos permitiría poder hablar que las estrellas azules tienen mayor temperatura, condición que en general la gente tiene cruzada en relación a las de color rojo. Ese es uno de los falsos conceptos que trabajamos cuando hacemos las capacitaciones docentes, porque no son solo los chicos los que piensan que las de azul tienen menor temperatura. La característica de la temperatura es un desarrollo a futuro. Por ahora no lo hemos resuelto porque no es fácil, ya que tenemos en este planetario unas 300 estrellas, y habría que poner un controlador para cada estrella. Todo el cielo se maneja con 13 placas de electrónicas, es decir, hay una consola bastante compleja que maneja al planetario para ciegos, toda la función es automática, pero si surge un problema lo tenemos separado en las diferentes secciones del cielo. En el caso de las temperaturas de las estrellas, tendríamos que actuar LED por LED, pero el LED no produce temperatura, lo que implica que no se caliente el ambiente. Para poder ejecutarlo LED por LED se requiere un desarrollo que es un poco más complejo. Hay que tener en cuenta que nuestro grupo no solo se dedica a generar este tipo de cosas sino que somos un instituto que hace investigaciones científicas, trabajamos otros temas, esto lo hacemos en nuestros ratos libres.
-GL:- Bueno, pero hicieron un gran juguete en ese rato libre.
-BG:- Sí. También hicimos varios módulos interactivos. Tenemos “Marte Interactivo”, que es una maqueta de 1.20 metros por 0.90 metros que representa una zona de la superficie de Marte. Uno va recorriendo con la mano la superficie y, por medio del tacto, se dispara la información del Monte Olimpo, por ejemplo. Esa información está en audio y video. Para los que no ven está el audio, para los que ven está el video, y para los que no escuchan el video está subtitulado. Además toda la información también está en braille.
También tenemos una báscula interactiva también donde uno se puede pesar como si estuviera en distintos cuerpos del sistema solar, incluidos planetas enanos a la que inclusive se puede subir con sillas de ruedas. Es decir, hemos hecho muchos módulos. Los hacemos no exactamente en el tiempo libre, pero invertimos muchas horas que no son las horas en las que trabajamos normalmente en la oficina.
-GL:- Estos proyectos serían como tareas de divulgación también.
-BG:- Sí. Son de educación y de divulgación. Estuvieron todas expuestas en Tecnópolis y en Mendoza estuvieron en la muestra de ciencia y tecnología de la provincia que se llama “La Brújula”, ahora están de manera permanente en el planetario de Malargüe.
También tenemos otros módulos que no son pensados para discapacitados, pero están pensados para explicar, por ejemplo, la detección de rayos cósmicos. Nuestro instituto se dedica a la investigación de rayos cósmicos de ultra elevada energía. Algunas de esas maquetas están en distintos lugares del país; por ejemplo, hay una maqueta que muestra cómo se detectan los rayos cósmicos, y un contador Geiger, que detecta partículas subatómicas y elementales y rayos cósmicos en tiempo real. Esos módulos están en el planetario de Buenos Aires.
-GL:- ¿Cómo definirías estar alfabetizado en Ciencias, hoy, con la amplia disponibilidad de tecnologías que posibilitan generar simulaciones e inmersiones?
-BG:- Yo creo que estar alfabetizado en ciencias es poder ser crítico, respecto de la información que circula principalmente en los medios de comunicación, relacionada con ciencia y tecnológica. ¿Qué significa eso? Que cuando leas una noticia de divulgación científica o una información, seas capaz de discriminar, por ejemplo, si lo que te están diciendo es correcto o no, y que puedas eventualmente, si querés ahondar sobre el tema, saber adonde buscar la información correcta. Estar no alfabetizado es creerse todo lo que te cuentan sin ningún tipo de espíritu crítico. Por ejemplo, la información que circuló por muchas redes sociales sobre que iban a haber seis días de oscuridad total en la tierra. Esto es una barbaridad absoluta, pero hay mucha gente que me preguntó si era cierto.
Nosotros usamos bastante el cine también para educar; no el cine de ficción sino el documental de ficción. Por ejemplo: estar alfabetizado científicamente es que cuando veas una película y te muestren que se produce un eclipse solar sepas que al otro día no puede haber una luna llena, porque los eclipses solares se producen cuando la luna está en su fase de nueva, es decir, en el mismo lado del sol. Eso es estar alfabetizado científicamente, es decir, poder ver la información que te rodea y que al recibir información como consumidor cuando te quieren “vender” algo vos sepas que eso no puede ser cierto. También es perderle el miedo a la tecnología, porque si bien uno puede no saber cómo funciona cada aparato sí pueda discriminar entre un artefacto que te puede producir un daño o no; por ejemplo: saber que en un horno de microondas las microondas tienen una potencia elevada, pero están adentro de una caja Faraday que impide que estas ondas salgan de ella. Es decir, que seas un buen consumidor de tecnología, que puedas tener tu espíritu critico para discriminar entre lo que es cierto y lo que eventualmente no lo es y aunque no estés seguro de lo que sea la realidad que puedas por lo menos percibir si en una noticia hay algo inadecuado, como también que sepas que hay lugares donde podes encontrar la información adecuadamente validada.
-GL:- Estamos en el año internacional de la luz, y he visto en el sitio del Instituto de Tecnologías en Detección de Astropartículas (ITeDA) informes sobre contaminación lumínica. Al respecto el astrofísico Neil de Grasse Tyson, decía en una entrevista que a él le habían interesado las ciencias desde muy chico. Vivía en Nueva York, en el Bronx, y quería conocer el Planetario Hayden. Cuando lo llevaron cuenta que fue la primera vez que vio realmente el cielo. Es decir, no había podido percibir el cielo en toda su vastedad y plenitud hasta el momento en que fue al planetario, debido a la cantidad e intensidad de las luces en la ciudad. Tanto en el medio del campo como mar adentro la apreciación del cielo es completamente diferente, en cuanto a la percepción de la profundidad que producen las intensidades lumínicas de los diferentes cuerpos en el cielo.
-BG:- El 2015 es el año internacional de la luz, y se cumplen aniversarios importantes que van detrás del pedido que hizo la republica de Ghana a la UNESCO para que este año sea declarado el año de la luz. Siempre tenes que tener algún evento, algún hito, como fue con el año de la Astronomía cuando se cumplieron los 400 años del primer uso del telescopio en astronomía por Galileo. Sin haberlo inventado lo utilizó por primera vez en el 1609 con fines astronómicos. Este año se producen una serie de aniversarios que nos permiten decir que es el año de la luz. Hay varios ejes interesantes para trabajar. Desde la astronomía nos interesa mucho llamar la atención sobre esta forma de contaminación, que llamamos contaminación lumínica que no es una forma tan conocida de contaminación. La gente habla hoy en día de contaminación sonora, que también es bastante grave, pero no habla de contaminación lumínica. Sabe que hay algo que está mal, pero no lo interpreta como una forma grave de contaminación, pero a los astrónomos, como a todo el mundo nos impide ver las estrellas.
El cielo estrellado fue declarado en el año 2007 patrimonio intangible de la humanidad por la UNESCO. Es decir, cuando uno declara algo patrimonio lo tiene que proteger. Ahí está el punto. ¿Por qué declaro algo patrimonio?, porque así tengo las herramientas para decir “esto debe ser protegido y preservado”. La UNESCO declara al cielo estrellado patrimonio de la humanidad porque lo estamos perdiendo de la mano de la sobreiluminación, y el argumento es que el cielo ha sido fuente de inspiración para los seres humanos a lo largo de toda su historia, y eso es absolutamente real. Por eso, cuando la gente va al campo, sigue maravillándose por el cielo estrellado. Ahora, uno podría tener un cielo más o menos parecido al del campo si iluminaran bien en las ciudades. El problema de la contaminación lumínica, tiene muchos vericuetos y tiene muchas maneras de ser abordado. Por eso, los astrónomos planteamos “Sí, el cielo estrellado está bien, pero hay más cosas”. Porque mucha gente nos ha dicho “Bueno, ¿cuantos astrónomos hay en el mundo?”, cuando respondemos que hay unos 11.000 astrónomos, hay gente que argumenta “bueno, por 11.000 personas, quien se va a preocupar por el hecho de iluminar mejor, o perder o no el cielo, si lo que queremos es iluminar para tener más seguridad”. Hay investigaciones científicas que demuestran que la sobreiluminación no te asegura mayor seguridad, valga la redundancia: no estás más seguro porque tenés más luz.
Los observatorios cercanos a las ciudades están cerrando sus puertas, porque obviamente se produce una forma particular de contaminación que se llama resplandor, que es ese paraluz que ves entorno de las ciudades como un globo que las envuelve. Eso oculta la luz de las estrellas que es muy tenue.
La gente capaz piensa que la luz de las estrellas es muy intensa, pero no, es muy tenue porque tiene muy pocos fotones. Cualquier lámpara que prendas en tu casa va a ser de menor intensidad o menor potencia que la estrella, pero está muy cerca, de manera que el efecto va a ser muy grande.
La sobreiluminación y la iluminación durante los periodos en que la tierra debería estar de noche, afecta al ecosistema nocturno, es decir, estamos afectando a todas las especies que viven durante la noche de manera muy dramática. Se están extinguiendo especies. Se están impidiendo procesos que tienen que ver con la polinización y reproducción en horas nocturnas. Muchos insectos son responsables de la polinización de distintas especies, si no polinizas perdés las especies. Es decir, todo el ecosistema nocturno se ve afectado. Por otro lado, tenés otro problema que afecta a la salud humana. Los seres humanos tenemos ritmos, los ritmos están asociados con períodos cortos, períodos largos, el ritmo circadiano está asociado con la rotación de la tierra, con los periodos de luz y de oscuridad. El cerebro recibe los fotones a través de la retina o no los recibe. Entonces, si uno recibe fotones, se activan unas series de órdenes en el cerebro, las neuronas empiezan a activarse, se mandan órdenes a determinadas glándulas que generan determinadas encimas, que te producen determinados efectos. Por ejemplo, que te dé sueño. Si nosotros tenemos iluminado todo las 24 horas hay mensajes contradictorios y entonces el cerebro no reconoce lo que está pasando, nunca generamos la hormona inductora del sueño, que es la melatonina. Eso implica que se altere toda la fisiología del cuerpo. Hablamos de la astronomía, hablamos del ecosistema nocturno, hablamos de la salud humana, y si todavía eso no alcanza, también podemos apuntar que iluminar de más implica sobreconsumo, y el sobreconsumo implica gasto. Iluminar donde no es necesario iluminar, implica un gasto innecesario; por ejemplo enviar luz hacia el cielo donde nadie tiene ninguna actividad. Las fotos que se ven de la tierra durante la noche iluminada por la luz de las ciudades, es luz que le llega al satélite, es luz que ilumina algo en donde no hay gente, no hay pozos, no hay postes, no hay zanjas, no hay calles, no hay veredas, no hay casas. ¿Para qué perder toda esa energía iluminando donde no debes iluminar? Si se ilumina correctamente, se consume menos energía y entonces se ahorra.
-GL:- Estamos hablando entonces de formar en una conciencia ecológica.
-BG: – En todos estos temas como la ecología y la contaminación la única forma de modificar la acción humana es a través de la educación. La contaminación lumínica es por la acción humana, pero hay contaminaciones en donde los seres humanos no tenemos responsabilidad, por ejemplo si erupciona un volcán y libera dióxido de carbono y azufre, nosotros no tenemos manera de evitar eso. Ahora, en las contaminaciones antropogénicas, como son las lumínicas, sí podemos generar un control, y sí tenemos una manera de mejorar y actuar, pero necesitamos, tal como vos decís, educar en ese sentido.
-GL: -¿Qué proyectos podrías destacar, dentro del campo de la ciencia, que se estén llevando adelante en Argentina?
-BG: – Argentina participa de la colaboración internacional en el Observatorio Pierre Augier, que es el observatorio más grande del mundo y que se dedica a la detección y estudios de rayos cósmicos de ultra elevada energía. Son rayos que vienen del espacio y que interactúan con la atmósfera. Es un trabajo de astrofísica de partículas. En ese proyecto participan 18 países y Argentina es uno de ellos. Por otra parte, Argentina está creando y fabricando satélites a través de la Comisión de Actividades Espaciales (solo hay 8 países en el mundo en condiciones de hacerlo). Hemos hecho todo el desarrollo, solo nos queda el del cohete que lanzaría el satélite y lo pondría en órbita. En eso todavía dependemos de la Agencia Espacial Europea, por ese motivo el satélite se traslada a la Guyana francesa desde donde es lanzado, pero el satélite se está fabricando íntegramente en la Argentina. Eso es un logro absolutamente impresionante, porque implica independizarse del alquiler de satélites extranjeros para la trasmisión de las señales nacionales.
-GL:- Y de tener soberanía sobre esa transmisión también.
-BG:- Exacto, vos podes elegir a donde transmitirlo. Por ejemplo si queremos transmitir a la Antártida, un lugar con 50 habitantes, podemos hacerlo. También podemos alquilar tiempo de satélite a otros países.
Se acaba de abrir la central nuclear Atucha II, se está terminando Atucha III y se esta terminando el diseño de Atucha IV. La energía nuclear es una de las formas más limpias de energía que existe. Con ese tema también hay muchos miedos, por lo que necesitamos educación, ya la gente tiene preocupaciones porque no sabe de qué se trata.
Otro desarrollo importante es el nuevo Buque Oceanográfico para hacer biología marina. Tanto en astronomía, en astrofísica, en astronáutica, en energías renovables, en energía nuclear, en neurociencias, en geología Argentina está trabajando en diferentes líneas de investigación con equipos de científicos que en los últimos tiempos han incorporado becarios y que tienen vínculos con grupos internacionales. Argentina no es un país en vías de desarrollo en lo que hace a la investigación científica y tecnológica, es un país que ya está al nivel de cualquier país desarrollado en el mundo.
Eso implica que necesitamos profesionales para que desarrollen esas nuevas centrales, para que las manejen, para que las actualicen y para que las mantengan activas.
Todas estas condiciones hacen también necesario que profundicemos una articulación entre investigadores del CONICET y escuelas secundarias, a través de propuestas como la del curso del NASE. En esos cursos tratamos de asegurar un poco más de formación para los docentes, pero también de despertar el interés en los chicos. La Argentina ha elegido un camino de ciencia y tecnología, de desarrollo científico-tecnológico y el problema que tenemos es el los recursos humanos porque nos faltan más científicos, más ingenieros; la edad promedio ya está un poco alta y necesitamos más gente joven que se interese y se involucre profesionalmente
Argentina está haciendo vacunas y desarrollando mejores alimentos. En el país los científicos están trabajando en temas que son de alto impacto, y que realmente tienen que ver con mejorar la calidad de vida, porque la ciencia es para eso. La ciencia y la tecnología mejoran nuestra vida, ya nadie esta dispuesto a vivir en la época de las cavernas. El no vivir en las épocas de la caverna implica que tengo cosas que me hacen más fácil la vida cotidiana. Y la vida cotidiana se hace más fácil de la mano de mejorar nuestro conocimiento del mundo natural, de protegerlo y de generar aquellas herramientas que siguen siendo ni más ni menos que prolongaciones de nuestro cerebro.
Materiales de consulta:
Del curso NASE tres textos monográficos con actividades:
- 14 pasos hacia el Universo: Curso de Astronomía para profesores y posgraduados de ciencias
- Geometría de Luces y Sombras: Astronomía de posición para la vida cotidiana
- Luces del Cosmos Más de 1000 años en el estudio físico de la luz.
Sobre polución lumínica
- Autor: Gabriel Latorre
- Editorial: Fundación Lúminis
- Año: 2014