La sextorsión y la pornovenganza en la escuela. Entrevistas a Isabelino Siede y a Sebastián Bortnik. Estrategias de abordaje y resolución.Boletín de Novedades Educativas N°97
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En este boletín podrán encontrar algunas referencias sobre qué hacer frente a casos de pornovenganza que eclosionan en la escuela y que a su vez pueden generar situaciones de humillación pública y bullying a los alumnos.
Primero les presentamos una entrevista al doctor en Ciencias de la Educación, Isabelino Siede, especializado en la relación vincular familia-escuela. Allí encontrarán algunas estrategias pedagógicas y de gestión para abordar esta problemática, y los motivos por los que el sistema educativo, específicamente, la escuela debe trabajar la problemática de la pornovenganza.
En segundo lugar la entrevista a Sebastián Bortnik, experto en Seguridad Informática, quien fue presidente de Argentina Cibersegura, una ONG que trabaja sobre problemáticas como el grooming, el ciberbullying y la pornovenganza. Bortnik amplía y complementa el enfoque desde el uso de las TIC y los espacios formativos no formales.
Isabelino A. Siede es doctor en Ciencias de la Educación (UBA), licenciado en Ciencias de la Educación (UBA) y profesor para la Enseñanza Primaria (ENNS N° 2 Mariano Acosta).
Se desempeña como docente e investigador en la Universidad Nacional de La Plata, la Universidad Nacional de Moreno y la Universidad Nacional de la Patagonia Austral.
Ha publicado Casa y jardín. Complejas relaciones entre el Nivel Inicial y las familias (Homo Sapiens, 2015), Peripecias de los derechos humanos en el currículo escolar de Argentina (Eudeba, en prensa), Ciencias sociales en la escuela. Criterios y propuestas para la enseñanza (Compilador. Aique, 2010). La educación política. Ensayos sobre ética y ciudadanía en la escuela (Paidós, 2007), Ciudadanía para armar (Compilador en colaboración con Gustavo Schujman. Aique, 2007), Formación ética. Debate e implementación en la escuela (Santillana, 2002), Retratos de familia en la escuela. Enfoques disciplinares y propuestas de enseñanza (Compilador en colaboración con Silvia Calvo y Adriana Serulnicoff; Paidós, 1998) y Todos y cada uno frente al desafío de los derechos humanos (Amnistía Internacional de Argentina, 1997).
Sobre la relación familias – redes sociales – escuela
-Isabelino Siede:-En general, el tema de redes sociales y de las nuevas tecnologías surge hacia el final de la primaria, con la demanda de las familias de una orientación acerca de cómo encauzar ciertas discusiones sobre la normativa cotidiana con los chicos en la preadolescencia. En el último tiempo, según los directivos de las escuelas, muchas de las consultas de las familias apuntan fundamentalmente al uso de las redes sociales. En otro momento tenía más que ver con las salidas a la calle, consumos y otras cuestiones diversas. Ahora cada vez más apuntan en esa dirección, mostrando posiciones de las más variadas por parte de las familias. Por ejemplo, hay familias muy permisivascon muy poco contacto por parte de los adultos con las redes sociales, y familias muy restrictivas en cuanto a su uso. En ambas posiciones hay desconcierto.
Las escuelas también suelen tomar posiciones muy variadas respecto a lo que sucede en entre las redes sociales y las familias. Algunas plantean que lo que ocurre afuera del espacio físico de la institución no les concierne, y otras se involucran, a veces tratando de sortear los encontronazos e internas entre las familias, porque es habitual que estas se acerquen al colegio para dirimir algún enfrentamiento preexistente entre los padres de uno y otro chico. Usualmente esas familias tienen normativas diferentes en sus casas.
Pero antes que el tema de redes sociales, lo que aparece por parte de los padres como demanda hacia la escuela es: “no sé qué hacer con mi hijo/a”. Cuando uno desglosa ese planteo muchos de los problemas están vinculados a ese quiebre intergeneracional que involucra a las nuevas tecnologías. No porque las nuevas tecnologías impliquen un quiebre generacional en sí, sino porque el quiebre que es habitual entre padres y madres con hijos e hijas adolescentes se expresa ahora, entre otras cosas, en el uso de las TIC.
En muchos casos lo que hay es un fuerte desacople de criterios entre diferentes familias. Por ese motivo la mayoría de las veces llegan a la puerta de la dirección con un reclamo que expresa: “yo estoy tratando de hacer esto con mi hijo, pero la familia de al lado hace todo lo contrario. Les pido que intervengan para que la otra familia deje de hacer lo que está haciendo”. Ese planteo atañe a los directivos, porque casi no se direcciona hacia los docentes, y menos a un profesor de secundaria, sino a un directivo al que se le exige que se haga cargo de ese problema. Lo que suele ocurrir es que estos están sobrepasados con lo que pasa dentro de la escuela, por lo que cuando llega este tipo de problemas dicen: “No, ¿yo también me tengo que ocupar de esto que pasa afuera de la escuela?”.
La escuela tiene que ocuparse de problemas como el acoso producto de una pornovenganza antes de que ocurra. Tiene que ocuparse porque forma parte de ese proceso. Y esto implica para el directivo abrir el diálogo con el conjunto de docentes. En general las relaciones con los grupos familiares son del dominio estratégico del directivo. El directivo es el que está mirando esto en mediano y largoplazo. Los docentes pueden participar si el directivo los habilita y lo promueve, es importante que los docentes se metan en el problema. Además, claramente lo que ocurre es que muchos docentes viven estas situaciones fuera del ámbito escolar, en sus familias y relaciones sociales, entonces también pueden pensar fuera de la escuela cómo tomar posición ante esto.
-FL:-Frente a una situación de pornovenganza, que es algo que pasa fuera de la escuela pero también implosiona dentro, porque el video pueden hacerlo circular entre los propios compañeros,¿qué medidas o estrategias le sugerirías a una escuela?
-IS:- En primer lugar no es lo mismo si ambos miembros de la pareja son de la misma escuela que si solo uno lo es. Si ambos son de la misma escuela, la institución puede trabajar con los dos chicos ysus familias. En ese caso es más fácil intervenir en la situación. No porque sea fácil en términos de resolución, sino porque los actores involucrados de manera más directa son parte de la comunidad de esa escuela. El problema es cuando un chico de la escuela sufre un acoso de alguien que no es accesible para esa institución. En ese caso ya no hay mucho margen para actuar en la resolución del conflicto, salvo apelar a otras instituciones. Cuando sucede con actores de la misma escuela en general lo que se suele hacer es convocar a las familias y plantear el problema. Siempre es conveniente trabajar primero con las familias por separado, y en algún momento ver si es posible trabajar con ambas familias juntas. Primero por separado porque en muchos casos la dificultad para tomar posición ante estos temas hace que algunas familias se pongan más violentas y quieran resolverlos por medio de agresiones o insultos. En cambio, trabajando por separado es posible lograr ciertos acuerdos. En muchos casos lo primero que hay que hacer es trabajar con los chicos también , lo que significa poner la propia intimidad a disposición de otros. Tiempo atrás , la intimidad física era claramente mensurable en su alcance, uno estaba con otra persona solo, en un lugar determinado. En esta época los medios digitales habilitaron que lo íntimo rápida y fácilmente deje de serlo. Esto implica un doble aprendizaje: por un lado poder construir esa intimidad con otra persona y al mismo tiempo saber que esa intimidad nunca es tal si en el medio hay, por ejemplo fotografías o filmaciones.En las redes la posibilidad de que algunas de las imágenes habiliten opinar o establecer juicios de valor pueden generar situaciones que impactan mucho en los chicos. Un adolescente está muy apegado a los juicios de su grupo de referencia y eso que en algún momento era muy cruel en el trato de los grupos de pares, ahora se ha multiplicado enormemente, porque ya no se trata de una relación con 5 o 10 personas, sino que puede ser algo expandido casi al infinito, y a su vez no tiene resolución porque perdura en el tiempo.
Lo mejor es poder abordar esto antes de que ocurra. Hay un trabajo para hacer que es en general muy costoso, porque cuando los chicos empiezan a entrar en las redes sociales lo primero que exigen de las familias es privacidad, y eso significa que les permitan mantenerse al margen con eso que para ellos solo circula con los pares. Muchas familias se sienten dudosas frente a esto. En general la experiencia nos indica que los adolescentes al mismo tiempo que en términos públicos rechazan cualquier intromisión de los adultos, en términos mucho más profundos están diciendo “por favor, denme una mano, porque prefiero pelearme con un adulto y que me ponga límites y no estar expuesto a todo esto”. Entonces ahí hay algo para hacer antes de que ocurra. Una vez que ocurre lo que se pueden hacer con chicos que forman parte de la misma institución es tratar de desandar lo que se pueda y reconstruir el vínculo, recontratar con los grupos lo que es posible y lo que no lo es.
Por más que haya muchos cambios culturales en las relaciones de género muchas veces en los grupos de padres surgen las respuestas más arcaicas, por ejemplo una imagen de una chica que muestra partes de su cuerpo a un novio es rápidamente tildada por otros como “prostituta”. Son expresiones que uno imaginaba que ocurrían mucho tiempo atrás y que sin embargo vuelven a aflorar en personas muy jóvenes. Ahí también hay que trabajar quién es responsable de lo que pasó y cuáles son las responsabilidades éticas, tratando de exculpar a aquel que expuso su intimidad, y también tratando de entender que el que ha cometido el error es el que ha difundido algo que no estaba previsto para ser difundido entre otros. Eso es un trabajo difícil. Por más que públicamente se muestren movimientos, cambios y transformaciones en la tradición moral de la sociedad, es en esas escenas donde aparecen los oleajes más profundos de pensamientos retrógrados, incluso en sectores sociales donde parecía que eso ya no est estaba presente.
-FL:-¿Qué pasa cuando las familias no lo saben? Por ejemplo, ni la del chico que grabó el video de la chica o viceversa, ni tampoco la familia de la víctima, y a su vez los directivos de la escuela se enteran porque un alumno le cuenta al preceptor y este se lo informa a los directivos. Paralelamente tenemos a muchos alumnos del colegio burlándose, y una chica que no va a la escuela por vergüenza.
-IS:- Si la familia está al margen de toda esta situación me parece que lo primero que tiene que hacer la escuela es hablar con estos chicos. En primer lugar, y particularmente, con la persona que ha sido victimizada, para contenerla, acompañarla y sacarla del lugar de la culpa y de la sensación de que en algo se ha equivocado. Luego convocar a las familias primero a la de la víctima, y luego a la del chico o chica que difundió las imágenes.
La escuela es un espacio público de construcción de lo público y eso implica que es un espacio físicamente público en el que se reúnen las personas. Usualmente se entendía que lo que era privado quedaba fuera de la escuela. Sin embargo, me parece que buena parte de los movimientos feministas de las últimas décadas cuando plantean “lo personal es político” están planteándole a la escuela que hay un cierto territorio en la que ésta debe asumir el compromiso de intervenir. Con esto me refiero a poder pensar que la circulación de los estudiantes por las redes sociales requiere también un trabajo de formación y educación que implica un desafío para las escuelas. En este caso la familia podría decir “¿por qué la escuela me convoca para algo que ha ocurrido por fuera?”, porque esto involucra el proceso formativo de un chico o una chica y la escuela debe intervenir; en primer lugar, para generar las condiciones de un diálogo intergeneracional que no se ha dado antes en esa familia, y en segundo lugar para tratar de identificar cómo intervenir en las situaciones que ocurren en el ámbito físico de la escuela. Es decir, hay imágenes que ya no pueden circular, y hay que habilitar el diálogo con el grupo de pares de esa víctima en la escuela para poder romper la lógica del acoso colectivo. Esto implica lograr una concientización de que hay una persona que está siendo victimizada, no solo por aquel que se ha puesto a difundir una imagen o un video, sino por todos aquellos que se suman como portavoces de la burla, del acoso y de las agresiones. La única manera de que la agresión tenga sentido es si recibe el apoyo de ese conjunto de pares. Entonces ahí el colegio debe ponerse al hombro ese problema y hablarlo, por lo menos con el grupo de pares que está adentro de la institución. Obviamente que hay un excedente que está por fuera de la escuela, al que esta no puede llegar, pero es posible por ejemplo trabajar en la toma de conciencia del grupo de pares de esta persona que está siendo victimizada, diseñar junto con los alumnos estrategias para llevar adelante una concientización de otros pares; y generar una contradifusión de imágenes planteando “si vos te burlas de esto, el que está siendo usado sos vos”. De esa manera se le devuelve a aquel que se burla su situación de engranaje de la violencia que está ejerciendo. Me parece que ahí hay un trabajo que se puede hacer desde la escuela para ayudar a que los chicos, de alguna manera, repliquen esta situación con la expectativa de producir un hecho político en las redes sociales.
-FL:-¿Con los alumnos habría que hacer un trabajo sobre la ética en los vínculos?
-IS:-La ética en sí no implica decir que tengamos una respuesta ante esto. Lo que tenemos que hacer es plantearnos preguntas y en todo caso plantear las respuestas sabiendo que son provisorias en el contexto que nos ofrecen actualmente las tecnologías, que podrían cambiar muy rápidamente en los próximos 4 años. Personalmente tengo Whatsapp hace 3 años y en ese tiempo ha cambiado enormemente mi vínculo con las tecnologías, con esto me refiero a que en muy poquito tiempo cambiaron todas las condiciones de posibilidad de mi vínculo con el resto de la sociedad. Entonces, la ética no puede estar planteada como un conjunto de respuestas acuñadas en un contexto tecnológico y cultural muy distinto al actual. La ética se plantea como el desafío de ir pensando cómo nos posicionamos y construimos en sujetos en diálogo con otros en los contextos actuales. Eso significa a veces tener preguntas muy radicales y respuestas provisorias.
-FL:- Decíamos que el problema surge fuera de la escuela, pero eclosiona dentro. Entonces ¿la escuela también tendría que con trabajar con los padres, para que ese refuerzo del trabajo ético dentro de la institución tenga un correlato dentro de las posibilidades de cada familia?
-IS:-En principio la escuela tendría que hacer ese trabajo mucho antes de que esta situación ocurra, trabajar en la prevención Este me parece que sería el primer mensaje para cualquier escuela. La escuela tiene que asumir la discusión sobre el espacio social que se genera en las redes sociales, que no es estrictamente público ni privado, pero es un espacio que deja a los chicos absolutamente inermes frente a posibles ataques a su integridad moral, autopercepción, etc.
Si eso ocurre, primero hay que trabajar fuertemente con la persona victimizada, luego con las familias, con el grupo de pares y después con el resto de las familias de la institución. Hay que tener mucho cuidado de no seguir profundizando el acoso sobre la misma persona y preservar la intimidad de la víctima. Me parece que hay que ser genérico sobre un caso puntual.
Esto no significa evitar discutir por lo que pasó, sino también discutir las condiciones en que estamos educando a los adolescentes hoy. Eso conlleva tener que tomar una posición frente a situaciones que antes no eran riesgosas.
En otras generaciones el problema era que la chica no quedara embarazada fuera del matrimonio, o que los adolescentes no leyeran demasiadas novelas porque se pensaba que les hacían debatir o alejarse de la realidad. Eran otras preocupaciones. La que nos toca a nosotros es que hay tecnologías que han avanzado muy aceleradamente, mucho más de lo que han avanzado nuestras respuestas éticas y pedagógicas. Entonces estamos, como generación adulta, tratando de construir respuestas. En este punto el trabajo de la escuela no es decir “nosotros tenemos las respuestas que ustedes no tienen”, sino decir, “pongámonos todos juntos a pensar en estas preguntas que tenemos que encarar y que efectivamente no tienen una respuesta definitiva, y que probablemente no la tengan por un buen tiempo”. Me parece que esa es una escuela que se posiciona como institución, y que sabe que no es portadora de verdades, sino que es un espacio público de construcción de criterios colectivos de convivencia en sociedad. No es una escuela que primero sabe lo que tiene que ocurrir y después lo comunica, sino una escuela que se plantea como un espacio de construcción colectiva. Eso es algo clave en estas cuestiones, e implica también un posicionamiento frente a las familias, porque muchas veces estas piden un planteo punitivo. El trabajo de la escuela tiene que ser de inclusión, y de construcción de parámetros comunes que no surjan por vía de la punición o el castigo.
Creo que es una estrategia provisoriamente útil que los celulares no estén invadiendo los espacios cotidianos de la escuela, pero también sabemos que es una respuesta provisoria. Toda nueva tecnología ha implicado ciertos movimientos convulsivos dentro de la escuela. Sabemos que prohibir no es un camino que resuelva el problema. También sabemos que las nuevas tecnologías tienden a meterse en el cuerpo del sujeto. Lo que tenemos que pensar es cómo dialogar con las nuevas generaciones teniendo en cuenta el uso que le damos a las tecnologías, sobre todo tratando de no perder la brújula respecto a qué queremos construir como vida humana en el mundo sin que los artefactos sean los que nos estén construyendo a su arbitrio. Eso es una batalla cultural muy fuerte en términos de cada persona y en términos de la sociedad.
-FL:- ¿Cómo ves el tema de la pornovenganza en el marco de la educación sexual y en el marco de la educación ciudadana?
-IS:- En principio la pornovenganza es en primer lugar venganza. Antes de ser porno es una situación más clásica de alguien que se siente menospreciado o que ha quedado herido de una relación de pareja y sale de una manera agresiva. Parte de la educación sexual integral es poder comprender y manejar esa situación tan difícil que es que así como podemos elegirnos mutuamente podemos dejar de elegirnos. Uno de los aprendizajes más crueles en términos emocionales es poder aprender que en las relaciones sociales hay elecciones. Podemos elegir estar con otros, otros nos pueden elegir y al mismo tiempo otros nos pueden rechazar o podemos rechazarlos a ellos. Eso es un aprendizaje muy doloroso porque implica un impacto muy fuerte en la autopercepción y en la autoestima. Eso forma parte de la ESI, y es necesario que sea trabajado. Esa situación no es solo dolorosa para los chicos y chicas, sino también para las familias. Cada uno de los adultos hemos aprendido esto a lo largo de nuestra adolescencia, pero nos duele mucho más cuando vemos que les pasa a nuestros hijos e hijas. Nos resulta muy difícil acompañar estos dolores emocionales del rechazo, del corte, de la ruptura o de los maltratos que se dan dentro de la relación de pareja. Entonces me parece que esos contenidos tienen que ser parte de la ESI. No porque la educación sexual sea un reservorio de respuestas, sino porque es un espacio de construcción de respuestas colectivas. La ESI no implica suponer que tenemos todas las respuestas y las comunicamos. De lo que se trata es de llevar al aula ciertos tópicos de discusiones, ponerlos en diálogo con saberes disciplinares diversos y al mismo tiempo ponerlos en diálogo con las experiencias subjetivas de los alumnos que están en el aula. Por eso es fundamental la ESI, por eso es fundamental que las políticas del Estado acompañen la construcción de la educación sexual integral en las escuelas.
Retomando el tema de la pornovenganza, ciertas herramientas tecnológicas acentúan y perpetúan los efectos de las venganzas y maltratos emocionales que se dan dentro del grupo de pares. Los grupos de adolescentes suelen ser crueles en el sentido de que se dan prácticas discriminatorias, de exclusión y de menosprecio. Eso ocurre entre los adolescentes desde hace mucho tiempo. El problema es que ahora eso se ha multiplicado enormemente con las nuevas tecnologías. Lo que antes era “te espero en la esquina y te agarro a trompadas” ahora es “subo tu foto y me burlo de vos delante de mucha gente” y “subo un video tuyo ridículo y eso hace que haya millones de personas se estén burlando de vos”. Lo que aparece como novedad no es el maltrato, sino la herramienta y su potencialidad. Todo eso forma parte del trabajo de la escuela. Con respecto a la educación ciudadana toda la ESI se constituye como una base para comprender el horizonte de la formación escolar. El trabajo de la escuela, cuando hablamos de educar la ciudadanía, consiste fundamentalmente en educar en diálogo con la sociedad para el ejercicio del propio poder. Eso significa reconocer que somos sujetos políticos y que tenemos herramientas para ejercer nuestro poder. Una forma de ejercer el poder es el voto. Una forma que nos viene desde bastante tiempo atrás y que es limitada. Pero hay otras formas como las manifestaciones políticas o las manifestaciones en las relaciones sociales. Entonces uno ve que en las redes sociales hay formas de ejercicio de la ciudadanía porque son lugares donde se expresan opiniones y se construyen ideologías y creencias colectivas. Todo lo que sea el trabajo de indagación de las formas de circulación de las ideas por las redes sociales, y de la construcción de criterios para mejorar las prácticas de ejercicio de poder para hacerlas más inclusivas y solidarias es parte también de la educación ciudadana. Insisto, no porque eso esté previsto en la constitución, sino porque es el desafío de nuestra época, porque es la educación ciudadana para la ciudadanía del siglo XXI.
Sebastián Bortnik: El sexting y la pornovenganza. Las tecnologías como medio
Sebastián Bortnik es experto en Seguridad Informática y fue presidente de Argentina Cibersegura. Hace más de diez años se dedica a la educación e investigación sobre ataques informáticos en Argentina. Como especialista lo llaman a dar conferencias alrededor del mundo y ha publicado artículos de investigación en distintos tipos de medios. Actualmente trabaja como líder del Laboratorio de Investigación en la empresa Onapsis, que provee servicios de seguridad para sistemas críticos de, negocios tras una experiencia de más de 7 años en la industria antivirus. Apasionado por la educación, siempre ha estado relacionado con tareas de concientización sobre el buen uso de Internet.
–Sebastián Bortnik:- El sexting perse no constituye una amenaza. Hay que diferenciar el sexting, que es el envío consentido de imágenes sensuales/íntimas, de lo que puede suceder después con esas imágenes, que es lo que generalmente se conoce como porno venganza. La pornovenganza está asociada a una relación de pareja que se terminó.
Es importante diferenciar los conceptos y no hablar del sexting como algo malo. De todos modos, es innegable que haciendo sexting se corre un riesgo.
El sexting puede ser parte de la sexualidad de una relación, de una pareja, pero creo que no podemos ser ingenuos o desmerecer que cada vez que hacemos sexting dejamos en manos de un tercero algo que es muy íntimo. En estos años he visto muchos casos de difusión de imágenes no consentidas, o de pornovenganza , que no siempre son la consecuencia de un juego de una pareja estable que se terminó, sino que muchas veces son la consecuencia de que hay gente que está haciendo sexting con alguien que conoció ayer.
-FL:-¿Ese tipo de casos los has visto más en adolescentes como parte de un despliegue de la sexualidad en el juego de compartir imágenes?
-SB:- Lo veo más en adultos que en adolescentes. Tal vez hay gente muy grande que está alejada de las tecnologías pero no creo que haya una diferencia entre alguien de 15 o de 35 o 40 años respecto a esto.
La tecnología no es un fin, es un medio que modifica las condiciones con que hacemos las cosas, de la misma forma en que los autos y las autopistas para manejar a 150 kilómetros por hora implican otros riesgos que cuando andábamos a caballo en caminos de tierra.Estos medios abren la puerta de un montón de riesgos de los que hay que ser conciente.
Un riesgo del uso de las tecnologías está en toda “la parte de atrás del anonimato” y en la escalabilidad; por ejemplo, como en el caso de gente que conoce a alguien y se pone a chatear, y a las dos horas está mandando fotos de desnudos. Si uno piensa esa situación, y el medio utilizado, observamos que la tecnología digital fomenta la anonimidad y la desinhibición porque hay cierta abstracción en el hecho de que hagamos lo que hagamos a la otra persona no le vemos la cara. El hecho de no ver que al otro lado hay una persona de carne y hueso desinhibe, aun teniendo un nombre de ese perfil.
También hay que diferenciar el sexting como un juego de sexualidad en pareja, del sexting como un juego de seducción pre pareja o de una vida de soltería. Considero que hay que tener particular cuidado con esta última situación.
-FL:-¿ Cuál es el punto de inflexión de ese cuidado?
-SB:-Hay una variable de confianza que es fundamental, se supone que en una relación estable de pareja uno desarrolla determinadas variables que no desarrolla cuando está online buscando nuevas relaciones.Quitar la variable de confianza al análisis de esa situación me parece peligroso. Todo esto no invalida que el sexting es una libertad individual.
Hace un tiempo le aconsejaba a una chica no subir fotos muy sensuales a las redes y me dijo, “¿si yo subo fotos medio desnuda a vos que te molesta?”. A lo que voy es que podés hacer lo que quieras pero es mi trabajo contarte que he visto mucha gente que después se arrepintió de subir fotos de desnudos. Entonces, partimos de que tratamos el tema del sexting sobre la base de que es una libertad individual, pero cuando no hay desarrollada una relación de confianza el riesgo aumenta.
-FL:-La mayoría de los casos que aparecen, incluso en los medios, se han dado en el marco de una pareja que se separó.
-SB:-Partimos de dos bases:no hay garantía de nada y la libertad individual. A partir de una ruptura hay cosas que pasan en las parejas en las que determinado nivel de confianza puede fallar. Por ese motivo si el sexting se hace en pareja tiene que haber recaudos, como por ejemplo quién se queda con esas imágenes, y dónde están guardadas.
-FL:- ¿Qué otras recomendaciones darías?
-SB:-Doy un ejemplo que no tiene que ver directamente con el sexting o la porno venganza, pero es útil. Cuando se filtraron los videos de Florencia Peña teniendo sexo con su pareja, según lo que ella dijo, había llevado la computadora a arreglar y se olvidó que estaban los videos allí guardados.Hoy en día una carpeta con archivos puede estar protegida por contraseña y estar encriptada.
Hay que pensar también que una vez que algo entra a internet no lo podés bajar.
Otro caso interesante que viví hace algunos años y que también tiene que ver con la confianza y la pornovenganza es el siguiente: me llamaron de un club donde había dado una charla sobre este tema, para plantearme una situación de porno venganza que tenían allí. Una nena de 15 años con un novio de 17 se habían peleado, y apenas lo hicieron empezaron a difundirse imágenes entre los grupos del club con la nena en situaciones sexuales con su ex novio. La chica dejó de ir al club.
Quien me consultó fue una de las coordinadoras. Lo primero que me dijo fue“no sé qué hacer. ¿Llamo a la chica, o no? ¿Hablo con el chico o no? ¿Con él que hacemos?
Mi consejo es que siempre es mejor hablar que no hacerlo. En mi experiencia, la palabra es una herramienta muy poderosa en estas situaciones.
Le di una serie de consejos que mayormente tenían que ver con acercarse y encarar el tema. Un par de semanas después me escribió para contarme cómo había evolucionado el caso.
La situación fue que la pareja se había peleado y luego se viralizaron las imágenes de la nena. Lo que todos asumían era que el chico despechado porque la piba lo había dejado había difundido las imágenes de ella. Cuando lo indagan al chico, él cuenta “No difundí las imágenes porque me peleé con ella, las difundí entre mis amigos a los pocos días de grabarlas. Cuando ella me dejó mis amigos las difundieron porque estaban enojados con ella. Cuando yo les fuí a decir que pararan ya era tarde.”
El chico había difundido el video en el mejor momento de la relación, como un acto estúpido si se quiere, y/o un acto de machismo. No lo hizo enojado.
Por otro lado, en este tipo de situaciones se ve claramente la perspectiva machista que tenemos en la población.
Hay que trabajar muy fuerte por qué no se habla en la pareja. En una relación uno se puede equivocar, pero todo se puede charlar, por ejemplo: ¿para qué vamos a hacer este juego?, pongamos las condiciones para hacerlo.
En el caso de un contacto con un desconocido, en un acto de coqueteo, no tiene mucho sentido decir “te lo comparto, pero no se lo muestres a tus amigos”, porque no sé ni con quién estoy hablando.
El diálogo y los contratos son fundamentales en muchos aspectos, en el sexting eso se pone muy en evidencia.
-FL:-¿Qué diálogo proponés teniendo en cuenta la tecnología como medio?
-SB:-En el momento en que nos ponemos de acuerdo en que la tecnología es un medio, empezamos visualizar problemas de la sociedad, desde el machismo patriarcal que la atraviesa, hasta la violencia. Por ejemplo; el anonimato en las redes sociales potencia la violencia.Somos una sociedad violenta. En ese sentido la tecnología es un medio que puede potenciar problemas preexistentes en la sociedad, pero no es la causa en sí.
En los varios años que llevo trabajando con temas como el grooming y sexting en el ámbito escolar, observo que los docentes aconsejan a, los padres hablar con los chicos sobre la tecnología y sus usos, pero los padres tienen muy poco diálogo sobre estos temas, y sobre otros también.
Hay padres muy presentes que omiten la tecnología en la conversación, esa es una problemática específica. En esas familias se habla de todo menos de lo que pasa con la tecnología.En otras está totalmente roto el vínculo familia – menor de edad, y ahí tenemos un problema más grande.
-FL:- ¿ De qué se tiene que hablar de tecnología?
-SB:-Por ejemplo, los padres le preguntan al chico“¿cómo te fue en el colegio?” y no le preguntan “¿cómo te está yendo en el juego que estás jugando?”. Los padres no hablan de eso, cuando por ejemplo, el chico está tres horas por día jugando en la pantalla.
Hay problemas que trascienden la tecnología y hay otros específicamente tecnológicos. .No siempre el problema grande y más visible es el único problema. Hay temas más ocultos dentro de lo cotidiano;el tema de las horas frente a la pantalla es uno, por ejemplo.
¿Por qué me importa saber quiénes son los amigos de mis hijos en el colegio y no quiénes son los amigos de mis hijos en las redes sociales o en las aplicaciones que usa?
-FL:- ¿ En las escuelas qué tipo de sugerencias les has dado en el caso de la porno venganza y de la sextorsión? Sean dos chicos de la misma escuela, o un caso en que solo uno de los involucrados esté en esa institución?
-SB:- En las escuelas muchos chicos tiene grupos de Whatsapp con sus compañeros de curso, con todos los segundos años del colegio, y otros con todos los segundos años de los colegios del barrio. Esto definitivamente escala también otros temas transversales aparte de los derivados del sexting.
Es decir, frente a un problema como el sexting, no hacer nada no es una opción. Como directivo o docente no te podés hacer el tonto con esto y no incluir estas problemáticas en el colegio. No hacerlo sería atentar contra el objetivo primario del colegio que es preparar a los chicos para la vida. Al problema hay que conocerlo y estudiarlo para poder pensarlo.También hay expertos para llamar y asesorarse. Por otro lado hay materiales disponibles como los del Ministerio de Educación de CABA.
El bulliyng, el grooming, el sexting, la pornovenganza son temas y problemas de la vida de los chicos de hoy. Por eso cuando escucho a docentes y madres decir “a mí la tecnología no me interesa” les digo, “si te interesan tus hijos te tiene que interesar la tecnología”. Es la vida de sus hijos, los padres son parte y el colegio también .
La primeraproblemática es el desinterés o el desconocimiento general, o el rechazo en lugar del involucramiento. El segundo problema, que es transversal, es la educación sexual, y con esto me refiero a los colegios que no quieren hablar de sexting porque no se animan a hablar de sexo.
En la ONG Argentina cibersegura formamos más de 500 voceros- docentes que asisten a sus escuelas en estos temas. Alguna que otra vez nos pasó que en la capacitación de voceros cuando estos veían los contenidos nos decían “yo no me animo de hablar de estos temas con chicos de 10 años. Hablar de una foto de alguien en ropa interior, hablar de sexting” Frente a ese planteo podemos pensar que cuando alguien va a sacar el carnet de conducir ¿le explican las reglas de manejo antes o después de que maneje? Si le hablamos de esto a los 16 años es tarde.Hay mucha gente que usa sus tabúes para llegar tarde.
-FL:- Cualquier palabra en el buscador de Google se puede transformar en una imagen de la cual un chico/a no tenga las referencias necesarias (por edad, por ejemplo) para procesarla.
-SB:-Sí. Nosotros queremos cambiar las cosas, queremos hablar de esto antes de que los chicos estén expuestos. Por ese motivo a un colegio le puedo decir, si van a llegar tarde es lo mismo que no llegar.
-FL:- Este planteo se enmarca en el enfoque de la ESI
-SB:-Claro. La ESI es otro de los problemas que atraviesa totalmente el tema del sexting. No sirve hablar de esto cuando los chicos tienen 16 años y ya lo están sufriendo, hay que hablarlo cuando tienen 8, 9 o 10 años, y gran parte de las escuelas no se animan.
También tiene que ver con la formación ciudadana. El tratamiento de los problemas derivados del sexting está muy enfocado en la cuestión de la libertad individual, por ejemplo: frente al planteo “puedo hacer sexting porque quiero” se propone“ si lo hacés tenés que tener en cuenta tales cuidados, o tenés todas estas razones para no hacerlo”. Ese planteo centrado en la decisión individual, si lo contextualizamos en una escuela donde hay una comunidad de adultos, chicos y padres en una forma particular de convivencia, es necesario que se amplíe a la cuestión del cuidado del otro. Hoy te podés estar riendo de la foto, del video, o el meme con la foto de una compañera haciéndole una pose sexual al ex novio, pero el día de mañana el de la foto podés ser vos.
Hace poco salió una campaña de Avon en la que está puesto el foco en el tema del feminismo. Uno de los spot publicitarios sobre violencia simbólica hacia la mujeres se centraba en parte en el uso de la tecnología.
En el video la situación que se plantea no es solo individual, sino que se da entre el que envía y el que recibe una imagen, y a su vez todos los que están alrededor.
Si los amigos de este chico, de este club, aún recibiendo la imagen, dicen “Muy lindo, pero la voy a borrar» las cosas cambian. Es más, el planteo ideal sería “¿Qué estás haciendo?”. Aún entendiendo que el flaco cometió un error, el planteo puede ser “yo no quiero que esto quede en mi teléfono, porque no me corresponde quedarme con algo que no es mío, y el cuerpo y la imagen de ella es de ella”. Hay decisiones que uno puede ir tomando para una construcción grupal, y se puede hacer en y desde diferentes lugares; por ejemplo, en una escuela si los padres, y las madres, se ponen de acuerdo con los directivos y docentes en que este es un tema de conversación, y en que definitivamente no es un tema individual, sino grupal.
-FL:- Pensando en la formación ciudadana: ¿Un aspecto de la falta de diálogo sobre los riesgos en el uso de las tecnologías digitales puede ser el desconocimiento?
-SB:-Sí. Si preguntamos en la calle cuáles son los tres consejos básicos para no contagiarse una enfermedad sexual o para manejar un auto con cuidado el promedio de la población lo puede decir, pero si preguntamos cuáles son los 4 o 5 consejos para no tener incidentes mientras se navega por internet la mayoría de la gente no lo sabe, siendo que utiliza internet todos los días.
-FL:- En esa cuestión, en el ámbito de las familias y de la escuela ha operado de manera negativa. Me refiero a la representación de que los chicos saben naturalmente de tecnología.
-SB:-Sí. Esa representación es como delegar algo de lo que no sé mucho para sacarme un problema de encima. Eso es muy peligroso.La facilidad con la que los chicos entienden o usan la tecnología se confunde.Si tu hijo de 2 años sabe usar el iPad, no es que sea un genio, es que los ingenieros que diseñaron el iPad son unos genios. Se confunde la facilidad de uso con la comprensión, y son dos cuestiones distintas.
El peligro está en que desde que pensás que el otro tiene claro algo, ¿para qué lo vas a ayudar?
-FL:- ¿Conociste algún caso de pornovenganza en alguna escuela? Si es así, ¿cómo lo abordaron los directivos y docentes y cómo terminó la situación?
-SB:- No conozco casos de ciberbullying o de pornovenganza en donde una institución educativa haya resuelto el problema sin que uno de los involucrados termine cambiándose de colegio. En todos los casos que conozco pasan dos cosas: o todo se resuelve entre alumnos y padres, sin que el colegio haga una intervención pedagógica al respecto, o esa intervención pedagógica termina en que alguno de los involucrados se cambia de colegio.
De todas maneras no es fácil, no hemos encontrado la receta para una intervención pedagógica que genere una reconversión del victimario en pedir perdón y darse cuenta de que estuvo mal. En muchos casos la propia intervención de la institución educativa es recomendarle a los padres que cambien de colegio a la víctima. Lo sugieren porque no quieren que sufra.
Conozco muchos directivos que me dicen, “no sé cómo resolverlo” Hoy estamos en una situación en la que el cambio de colegio termina siendo la regla. Como sociedad tenemos que construir los procedimientos para que se enfrente el problema y los casos se resuelvan rápidamente.
Hay que sentarse con la víctima, por otro lado hablar con los victimarios, hacer una actividad con las familias, hacer una actividad en el aula, y hablar de privacidad y sexualidad, y de lo que pasa.
La aproximación al problema no tiene que ser de forma individual, sino colectiva, porque cuando los que difunden la imagen son pibes estos tienen que hacerse responsables de lo que hicieron, pero al mismo tiempo tenemos que darles la oportunidad de crecer y mejorar, para que no lo vuelvan a repetir.
Producción y entrevistas realizadas por Gabriel Latorre para Fundacion Lúminis
- Autor: Gabriel Latorre
- Editorial: Fundación Lúminis
- Año: 2019