Diversidad y continuidad en situaciones de escritura y revisión en el Jardín de Infantes
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Desde hace ya algunos años el Jardín de Infantes ha asumido un compromiso alfabetizador, compromiso que muchas veces se ha confundido con la exigencia de la producción alfabética o con la prescripción secuenciada de contenidos por edades. No es este el sentido en que lo estamos planteando.
El compromiso alfabetizador supone que ha de propiciarse el contacto entre niños y textos desde el ingreso al Jardín, significa abordar el tratamiento de las prácticas sociales de lectura y escritura de manera sistemática, con continuidad y con propósitos didácticos claramente definidos. Para aprender estas prácticas es necesario que los chicos “lean” y “escriban” por sí mismos, es necesario que se les lea y escriba desde siempre a través de experiencias definidas, en gran parte, por criterios de diversidad y continuidad.
Desde hace ya algunos años el Jardín de Infantes ha asumido un compromiso alfabetizador, compromiso que muchas veces se ha confundido con la exigencia de la producción alfabética o con la prescripción secuenciada de contenidos por edades. No es este el sentido en que lo estamos planteando.
El compromiso alfabetizador supone que ha de propiciarse el contacto entre niños y textos desde el ingreso al Jardín, significa abordar el tratamiento de las prácticas sociales de lectura y escritura de manera sistemática, con continuidad y con propósitos didácticos claramente definidos. Para aprender estas prácticas es necesario que los chicos “lean” y “escriban” por sí mismos, es necesario que se les lea y escriba desde siempre a través de experiencias definidas, en gran parte, por criterios de diversidad y continuidad.
- Autor: María Claudia Molinari
- Editorial: Revista Lectura y Vida