Normativas, reglamentaciones y criterios escolares y docentes en la definición de la evaluación y promoción en el nivel EGB 1 y EGB 2 / Primario
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La educación primaria argentina se ha destacado históricamente por su rápida y amplia expansión así como por su contribución a la disminución del analfabetismo, al desarrollo cultural, a la construcción de ciudadanía y a la cohesión social de la población. Estos logros explican seguramente el hecho de que el nivel primario haya tendido a quedar relegado en los últimos años como campo de intervención de la política educativa, en comparación con el nivel
inicial y secundario. La educación primaria pareciera ser percibida hoy como un tramo del sistema educativo ya
garantizado, que "funciona solo", y en el que las acciones de formación docente alcanzan para incitar mejoras en las
aulas.
Sin embargo, ciertos indicadores revelan tendencias preocupantes en los ritmos y la calidad de los aprendizajes. La problemática de los ritmos de aprendizaje se refleja en los datos de las trayectorias escolares de los alumnos, que muestran disrupciones persistentes. Las tasas de repitencia y sobreedad de nivel primario (específicamente lo que fue el primer y segundo ciclo de la Educación General Básica -EGB 1 y 2-, que alcanza hasta el 6to. año de la
educación primaria) para el conjunto del país han crecido levemente en los últimos diez años: la primera pasa de 5,8% en 1996 a 6,1% en 2006, y la segunda de 18,2% en 1996 a 22,6% en 2005.
La educación primaria argentina se ha destacado históricamente por su rápida y amplia expansión así como por su contribución a la disminución del analfabetismo, al desarrollo cultural, a la construcción de ciudadanía y a la cohesión social de la población. Estos logros explican seguramente el hecho de que el nivel primario haya tendido a quedar relegado en los últimos años como campo de intervención de la política educativa, en comparación con el nivel
inicial y secundario. La educación primaria pareciera ser percibida hoy como un tramo del sistema educativo ya
garantizado, que "funciona solo", y en el que las acciones de formación docente alcanzan para incitar mejoras en las
aulas.
Sin embargo, ciertos indicadores revelan tendencias preocupantes en los ritmos y la calidad de los aprendizajes. La problemática de los ritmos de aprendizaje se refleja en los datos de las trayectorias escolares de los alumnos, que muestran disrupciones persistentes. Las tasas de repitencia y sobreedad de nivel primario (específicamente lo que fue el primer y segundo ciclo de la Educación General Básica -EGB 1 y 2-, que alcanza hasta el 6to. año de la
educación primaria) para el conjunto del país han crecido levemente en los últimos diez años: la primera pasa de 5,8% en 1996 a 6,1% en 2006, y la segunda de 18,2% en 1996 a 22,6% en 2005.