Simulacros y cambios en la educación. Guillermina Tiramonti. Boletín de novedades educativas N°122

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En este boletín entrevistamos a Guillermina Tiramonti, Especialista e investigadora de Educación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) para hacer un análisis de la situación educativa actual, haciendo eje en algunos de los temas que planteó en su reciente artículo  En la Argentina, la enseñanza pública es un gran simulacro (La Nación 11/08/2021). Durante el dialogo también sumamos otras temáticas: ¿Es necesario cambiar las metodologías de enseñanza de las matemáticas y de la lectoescritura para obtener mejores resultados? ¿Cómo se trabajaría ese cambio con los docentes en servicio? ¿Cómo podemos abordar la evaluación como una instancia permanente para acompañar los procesos de aprendizaje? ¿Qué dificultades habría que priorizar resolver para implementar esos cambios?

Un extracto de la entrevista:

-Fundación Lúminis:- ¿Por qué considerás que en la educación se da un simulacro?

 -Guillermina Tiramonti:- Porque sino, no puedo explicarme que chicos que están 13 años en la escuela secundaria, cuando terminan apenas puedan leer comprensivamente. En la secundaria tienen unas 10 materias por año que aprobar, y cada una de esas materias tiene un montón de contenidos, porque nuestros currículum son muy generosos en cuanto a contenidos. Entonces, digo, cómo puede ser que los chicos pasen todos esos años en la escuela, hayan aprobado esas materias (para las cuales se supone que tienen que leer y comprender lo que leen) y que cuando vayan a hacer una prueba de trabajo no sepan comprender las consignas. Algo ha pasado allí que hace que ese chico termine la escuela, pasé de un curso tras otro, sin que adquiera los conocimientos necesarios. Ahí hay un simulacro, que resulta de un acuerdo, implícito por supuesto, entre alumnos que no pueden aprender, y docentes que los dejan pasar.  De esa manera eso se va repitiendo año tras año, hasta que se llega a la titulación.

Por otro lado, me parece que hay algo en las prácticas que deben ser repensadas, porque permiten que esto pase. El sistema de la clase frontal da lugar a este tipo de cosas.  Con un docente que explica para todo el curso, donde algunos atienden, y otros no. No se detiene en aquellos que parece que no están atendiendo, o que no están adquiriendo los conocimientos. Lo mismo cuando hacen alguna práctica. Eso permite que haya chicos invisibles, que el docente siga trabajando con aquellos chicos que responden a su diálogo, y haya otras que quedan invisibles. Los que quedan invisibles, quieren estar invisibles, porque esto los ayuda a mantenerse, a pesar de que no han aprendido.

-FL:- ¿Dónde nos paramos en este mundo actual, que es tan difícil, en este debate de Sarmiento vs Alberdi, entre una escuela más pensada para el trabajo y una escuela más pensada para ilustrarse? ¿Dónde tendría que estar la Argentina y hacia dónde tendríamos que encarar?

 -GT:- Es que esa división ya no debería darse. Porque el trabajo está cambiando fuertemente. Entonces, ahí ves que el trabajo manual es muy limitado. Casi todos los trabajos, exigen conocimiento técnico. El año pasado le escribí a un amigo economista, y le pregunté cuantas personas trabajan en actividades manuales, y cuantas en actividades donde hay participación del conocimiento. Me respondió que no podía decirme eso, porque ahora alguien que levanta pesos con una máquina, paquetes o lo que fuera, lo hace con una computadora. ¿Eso es trabajo manual? Y no sé, porque tiene que hacer funcionar una computadora.

La Argentina es un país muy fragmentado. Entonces, hay una parte del mercado laboral que todavía produce como en los años 70, toda la industria de sustitución de importaciones, que requiere más bien trabajo manual, aunque empieza a tecnificarse, porque si no se tecnifican resulta que no son competitivos.

Hay un mercado laboral que exige y reclama trabajo, y son las industrias del conocimiento, que no consiguen recursos humanos. Para eso, los chicos necesitan saber matemáticas y programación.

Esto que dijimos al principio, de aprender por ensayo de error, participa muchísimo en el aprendizaje de la programación. Entonces, se acabó la división entre los ilustrados, que iban a participar de las estructuras políticas, o de las cúpulas de las empresas, y los otros que tenían que hacer trabajo manual. Hoy, se necesita que ciertos conocimientos de la tecnología estén presentes para todos.

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